jueves, 29 de septiembre de 2016

Demoliciones, inmolaciones y otras cosas

Semana rara en el Recreativo, que abre varios frentes entre el optimismo, las dudas del futuro y una situación deportiva que algunos no consiguen asimilar.

Demolido se debe sentir Pablo Comas después de que el juez haya aceptado todos los puntos de la denuncia del Trust. El aún Consejero Delegado tendrá que sentarse en el banquillo, pero del juzgado, como presunto culpable de varios delitos. A resumidas cuentas, aclaración de la compra del club y mucho dinero en paradero desconocido. La noticia es buena para los aficionados, que hartos de ver al madrileño bloqueando la situación esta vez serán espectadores de una defensa que se le antoja complicada. Justicia al fin y al cabo, y pase lo que pase, historia en este país de que un grupo de aficionados consigan sentar como presunto culpable al dueño de un club. Decanos en el fútbol, en el Trust y en ámbitos legales.

Inmolarse es lo que está haciendo Alejandro Ceballos. Es un tema que quiero tratar con delicadeza, pues hay que separar al entrenador de la persona. Lo primero que voy a decir es que posiblemente el sevillano sea una magnífica persona, pero desde mi punto de vista se está equivocando más en la toma de decisiones profesionales que en las deportivas. Y las deportivas no son pocas, que más de uno salimos desquiciados del partido ante el Jumilla. Ceballos busca excusas e intenta proteger a unos jugadores a los que ningún aficionado a criticado, si no a él, por el estilo de juego, que parece en continuo retroceso y con una calidad definida como patadón del lateral derecho y que Aguilar se busque la vida. Este año las excusas no se las cree nadie y menos aún cuando no ha dado una explicación, ni ha querido darla, sobre su fichaje con el Recre. Ese fichaje iba en contra del Ayuntamiento, de su colega Pavón y a favor de Comas. Os juro que yo pensé al principio que no aceptó porque había sido chantajeado. Pero él no dice nada y parece que es decisión suya. No le responde a una afición que ha sido la que ha conseguido pagarle el sueldo del año pasado con la campaña de Líberos del Decano y para colmo, haciendo mención al título de este artículo, inmola su cuenta de twitter para alejarse de las críticas. Mal Ceballos en su toma de decisiones. Tengo teorías, como que el rencor de que no contaran con él tras salvar al equipo el año pasado le está llevando a estas acciones. Como digo, teorías. Lo cierto es que al final lo que importa es que empiece a sumar de tres en tres y convenciendo, si no, esos actos les van a seguir pesando demasiado.

Y esas "otras cosas" es el futuro a corto plazo del Decano. La próxima semana quedará definido un Consejo de Administración Interino, previo a la venta del club. Pero las alegrías siempre son grises porque aunque Comas no esté (esperemos, yo sigo pensando que tiene algo escondido aún para hacernos daño), las deudas siguen. Hay que negociar con Hacienda, que sólo quiere recibir a gente legalmente oficial del Recreativo, por lo que el Ayuntamiento no ha podido avanzar nada. Hay que aclarar deudas con Seguridad Social, ya que la Ciudad Deportiva corre peligro, hay que atender deudas a corto plazo que seguirían llevando al club al descenso de categoría... en fin, que queda muchísimo. Y entre otras cosas (para repetir título), los líos políticos de una ayuda pública al Recreativo de 500.000€. Sinceramente, no hablo de ello por otra cosa que por falta de información. No sé si el dinero se debe a una partida presupuestaria para temas deportivos, si lo han quitado de otro sitio, si es recuperable para el Consistorio... ni idea, así que perdonadme eso.

Semana movidita, con subidas y bajadas de ánimos por los distintos focos, y un punto y aparte que será el partido ante la Balompédica Linense. Ahí nos olvidaremos de dinero, de Comas, de lo que haya hecho Ceballos o de lo que vendrá. Durante noventa minutos querremos ir a por tres puntos y después de eso... nos transformaremos: nuestras ideas, nuestros ánimos...

Pero siempre a tope nuestras ganas. Qué complicado es ésto pero perdónenme el acto masoquista: que bonito es vivirlo y seguir viviéndolo.