sábado, 17 de septiembre de 2016

La venta del Recre

El siguiente paso al que se va a enfrentar el Recre es a la venta. Es un proceso delicado, en el que nos jugamos, literalmente, el futuro del club. La transición hacia un nuevo dueño debe ser excelente y marcando unas condiciones muy concretas.

El próximo 6 de Octubre el Ayuntamiento podrá nombrar, por fin, a los nuevos Consejeros y comenzar -salvo estrategia endemoniada de Pablo Comas que todos esperamos- un periodo de transición que será determinante para el devenir del Decano. Los temas candentes y a tener en cuenta durante ese periodo se reducen a las condiciones de una venta que debe ser pública, transparente y fiable.

Voy a hablar de mis deseos, aunque no sé si será posible. De el mundo idílico que me gustaría encontrar durante esa Transición. Lo primero es que el Ayuntamiento debe hacer una valoración concreta del dinero aportado por empresas y aficionados en la campaña de salvación Líberos del Decano para que tengan su derecho a decidir. Sería el feedback perfecto a una afición que lo ha dado todo, que ha sumado bastantes Capitanes y que sin ella el equipo no podría competir. Dentro de los Líberos existe una gran diversidad: personas, colectivos, empresas... y cantidades diferentes. Se debería de estar trabajando ya, y me consta que algunos insisten en el asunto, para crear unos procedimientos de valor favorables a esas personas y entidades que han puesto su dinero. Es más que una placa, un brazalete o un libro. Es sentirte parte del club. ¿Cómo? Ahí hay debate. Quizás democráticamente, quizás accionarialmente, quizás una mezcla de ambas, siendo accionaral una posible entidad llamada Líberos del Decano y que funcione democráticamente con todos los que han aportado. O como mínimo, que disponga de información, transparencia, opinión y voz ante los futuros dueños. Unos vigilantes que impidan posibles cambios de ubicación, nombre, colores, escudos y déficits alocados.

Lo del déficit debería ser el As en la manga que se guarde el Ayuntamiento en el proceso de venta. Entiendo que un foráneo venga al Recre a hacer negocios y dinero, es completamente lícito, y se lo permitiría siempre que cumplan con unos requisitos mínimos de forma semestral. Saltarse un pago con el convenio de Hacienda, acabar con un déficit peligroso en las cuentas del club, generar más deuda, imponer decisiones que perjudiquen al club como entidad en lo social y deportivo de forma irresponsable, pasividad y dejadez del club, además de ser transparente con el resto de accionistas y cerrar las cuentas anualmente. No estamos pidiendo un esclavo, ni un mecenas. Si alguien viene a invertir dinero que nosotros no tenemos, va a poder gestionar el club, pero no a cualquier precio. Una inversión es lo que tiene, que puedes ganar o perder. Pero ya hemos visto que algunos como Comas, gestionaban mal y además se negaban a perder la inversión. Eso es inadmisible. Y si se incumple alguna de las condiciones dictadas antes, que el club vuelva al Ayuntamiento y se busque nuevo dueño.

También hay que atraer a compradores de forma inteligente. Ellos no son los malos si quieren invertir de verdad. No todos serán Comas, Lims o Pitermans. Hay que dejarle muy claro cuáles son las obligaciones con Hacienda, llegando a un acuerdo de pagos que sea asumible dentro de las características del club. Y del mismo modo, que vuelva a correr el dinero de forma líquida para el primer equipo, empleados y la olvidada cantera. Hay que darle números exactos, que sepan si pueden o no asumir. Son cifras que deberían ser públicas, para no engañar a nadie, y no prometer terrenos de ciudades deportivas ni cosas extrañas. Un negocio claro que pueda entender una abuela de noventa años y un niño de siete: el Recre vale tanto, sin medias tintas. Y ofrecerle lo bueno, lo magnífico: una afición y una provincia que están detrás, que son vigilantes pero que se volcarán al máximo en lo que sea lógico y bueno, más allá de por nimiedades típicas. Un club con un apoyo inmenso que está en una categoría que debe quedarse chica. Y fiel, muy fiel, con una capacidad de crecimiento inmejorable.

Sería triste, con la experiencia de estos años, que ahora desaprovechemos la idea de un Recre mejor. Seguro que alguien quiere invertir en un club con esas condiciones. No será fácil, pero es mejor que un vendedor de humos. Quedan meses de trabajo en la sombra, pero es muy importante que todo sea claro y conciso, para no engañarnos ninguno.

Y entonces, sólo entonces, el Recre seguirá con su Resurrección.