martes, 31 de enero de 2017

Ayuntamiento, me desesperas

Una de las cosas más interesantes de tener un blog y escribir semanalmente una opinión es que los estados de ánimo afectan mucho. Y me dejo llevar, considero que es lo correcto para que en un futuro, leyendo desde otra perspectiva, pueda volver a lo que siento ahora. Al igual que llego a la euforia si ganamos después de tantos partidos, o el cabreo tras una derrota dolorosa, también hay momentos en los que siento decepción.

Y éste es uno de esos momentos. Voy a conjeturar en voz alta y lo voy a comenzar con una frase que impacte: "Al Recreativo, en verano, lo salvamos nosotros... ¿o no?". La pregunta del final es la clave. ¿Somos los onubenses los que hemos salvado al Recreativo gracias al dinero de este verano? Salvarlo en lo que a competir se refiere. Eso es lo que nos venden, o ¿quizás todo es capacidad de la Expropiación del Ayuntamiento y nosotros hemos sido un pasivo-lateral? Sé que son palabras duras, más cuando se pide unión de todos... pero, ¿unión a qué? La transparencia en el Recreativo es una quimera, esté Comas, fueran tiempos de Mendoza o esté ahora el Ayuntamiento de Gabriel Cruz. Era algo que esperaba como agua de Mayo, que hubiera una comunicación más real, que sepamos hacia dónde nos dirigimos. Hoy, 31 de Enero, sin poder fichar, sin quitar las denuncias los jugadores... no tengo ni la más remota idea de hacia dónde vamos. Porque sé, y me he creído mucho tiempo (aunque desde Diciembre ando más pesimista de lo normal) que cuentan conmigo. Y contigo. Y con el otro. Eso de animar todos, de apoyar, de remar. Pero, ¿qué confianza me da el Ayuntamiento para caminar a su lado si no sé nada de lo que está haciendo?

El silencio, la opacidad, el caos exterior. Sí, el exterior. Porque supongo que dentro hay un caos terrible de cifras, idas y venidas. Y agujeros a diario, de eso que dejó Comas. Pero, ¿todos los agujeros los dejó Comas? ¿Realmente desde la expropiación se están haciendo las cosas bien? ¿Está el Ayuntamiento dando palos de ciego o sigue un plan magnífico pero más perturbador que el final de 2001 Una Odisea en el Espacio?

Pues miren ustedes, como no lo sé, especulo. Porque podría quedarme callado, apelar a la Fe, al apoyo de 'nosénicomohacerlo' y a esa importancia que otorga el mantenerme como un vegetal sin pensar más de la cuenta. Lo siento, le doy vueltas a la cabeza. Escucho cosas en la radio que no se desmienten (casi de forma constante durante meses), hay rumores y habladurías por un lado y otro, no sé si hay comunicación interna, si el Ayuntamiento va por un lado, los consejeros por otro, los empleados por otro camino y los jugadores a lo suyo. Y en medio la afición.

Y como me da por especular, así un ratito en silencio, llego a una conclusión aterradora: El Ayuntamiento no quiere vender. No sé si puede, si no puede. No sé si hay alguien que le haya preguntado por algo. Todo eso son palabrerías. A día de hoy lo cierto es que el Pliego de Condiciones para la venta es más falso que la nariz de Elsa Pataky cuando en los mentideros se decía que en Noviembre ya estaba redactado. Pero esta parsimonia del ente público, esos "estamos caminando pero no doy el paso"... me desesperan.

Para colmo leo que han dicho en Canal Sur que el Ayuntamiento quiere hacer tiempo para sufragar la deuda con dinero público. Es decir, no llega a un acuerdo con Hacienda y Hacienda arremete contra la persona jurídica que está en el club, que es el Ayuntamiento. Vamos por partes. Me suena a que es verdad o que es intención, es lo que parece, pero hay que analizarlo en tres perspectivas:

La primera, desde el punto de vista democrático-político, es una burrada. Adoro el Recre, me encanta, pero cometemos el mismo error del pasado. Un contribuyente onubense que no consuma Recre no tiene por qué pagarlo con dinero público y menos tal y como están las cosas. Ante todo, si no se saca un pliego de condiciones de venta y un concurso público. Mira, si quedara desierto el concurso, pues a saber, se sondearía, pero así de golpe... nefasto.

La segunda, desde el punto de vista técnico. No tengo muy claro si el Ayuntamiento es persona jurídica responsable en el club ahora mismo. Es decir, hubo una Junta de Accionistas y "echaron" a Comas, Naranjo, los Martín... pero ¿nombramos a alguien nuevo? Carlos Hita, por ejemplo, ahora mismo no es nadie en el Recre a nivel de registro. Al menos no tengo constancia de ello.

Y la tercera, la perspectiva del optimista-kamikaze. Importa poco lo anterior, especialmente el punto uno, si el Recre liquida la deuda con Hacienda. Y luego hay que exponerse a buscar un comprador que quién sabe si lo pagaría todo o no y si no... ¿el Ayuntamiento al mando del Recre de nuevo?

Suena feo. Muy feo. Y lo peor de todo, que no quiero enrollarme mucho más, es que es una cosa fea entre muchas horrendas del día a día: deportivamente somos un fiasco, no nos reforzamos, tenemos denuncias ante la AFE, que yo sepa los empleados no han cobrado tras la Huelga... que sí, que un día nos aparece un notición de que Pavón se sienta en el banquillo, y es gran noticia y nos viene genial, pero es un problema retrasado tres meses.

Esto está muy negro.

Por último, hay una forma en la que la afición puede ayudar al Recreativo y es sentirse contenta con el Recre: entender qué ocurre, disfrutar un poquito deportivamente, que le traten como a personas inteligentes y no manipulados. Entonces eso crea un buen ambiente y el buen ambiente sube las expectativas del club. Pero tal y como estamos ahora, ¿qué demonios nos vais a pedir a nosotros? ¡Dadnos algo de una maldita vez!

lunes, 23 de enero de 2017

El día después del peor día deportivo

El partido contra el Ejido 2012 dolió y mucho. Pero perder en casa, de la forma en la que se hizo, contra el Atlético Sanluqueño -con todos mis respetos, pero el colista y con sólo dos victorias-, después de adelantarnos 2-1 en el marcador... fue horrible.

Ayer pude decir mil cosas y me di una pausa, pero mi pensamiento sigue igual, sin que el paso del tiempo me calme. El día que se hizo un precioso gesto del Trust entregando la medalla de Huelva ganada por Líberos al Club, el que debe tenerla, fue el día que más se machacó el espíritu del seguidor recreativista.

Y empezó la cosa bien, como para soñar en que la mejoría vista en Jaén seguía dando sus frutos. El primer golazo de Domínguez, la réplica del rival y en la siguiente jugada ponernos de nuevo delante del marcador con una jugada fantástica de banda a banda y con el puntaumbrieño marcando su doblete, presagiaban falsamente, una gloriosa tarde de domingo.

Pero una segunda mitad nefasta, con errores de faltas innecesarias, de impotencia, de buscar broncas donde no las hay... y quede dicho que el árbitro fue para congelarlo en la Antártida y que sospecho, sin ninguna duda, de que hay una sombra alargada de Comas en la Real Federación Española para hacerle daño al Recre. Pero aún así, el espectáculo de nuestros jugadores acabó con mi paciencia.

Hay tardes malas, lo sé. Pero ayer era un partido para ganar. Y digo yo que tenemos derecho a mostrar el malestar, que lo de animar sin ton ni son ya lo hemos demostrado y lo seguiremos haciendo renovando energías cada domingo. Pero la derrota duele, duele con una herida casi mortal en la que ves que Tercera División está más cerca que nunca. Ayer sentí lástima del escudo del Recre, del cómo está, de verlo humillado en una categoría dónde sólo por afluencia de público, debería ser un grande.

Creo que poco más puedo decir. Ni revoluciones, ni posibles fichajes, ni cambio de banquillo. Las posibilidades se agotan y con eso la esperanza, la paciencia y la vida. También tengo claro que el viernes estaré pensando en el Extremadura y en lo importantes que son esos tres puntos y en la renovación de moral que significaría ganarlos. Pero quiero trasmitir el dolor y la impotencia, porque de ahí también se aprende. Es como suspender el examen de Religión en Primaria.

Sé que hay optimistas, y mirad que yo lo soy, que creen que mejorando el juego a balón parado, la cosa estaría mejor. Yo quiero aprender del dolor, de la angustia, del sufrimiento y la fatalidad. Que nos consuma lo suficiente para convertir esa energía negativa en algo.

Puedo hablar de más cosas, de los líos de Comas, de la medalla a Líberos, de lo retratado que ha quedado Ceballos... pero lo dejaremos para otro día. Hoy todo lo que quiero es que siga doliendo, que cicatrice y que al mirar atrás avergüence. A ver si así se produce el maldito cambio de chip deportivo que anhelamos.

Y algo me preocupa mucho. Si hasta yo empiezo a desbordarme... ¿qué estará pensando el aficionado menos pasional? Qué momentos tan complicados.

domingo, 15 de enero de 2017

¡Al fin!

Se clausura una semana con tendencia positiva en el entorno del Nuevo Colombino. Empieza a haber movimientos y suceden cosas, que aunque pequeñitas, forman parte de la eterna partida de ajedrez que es la estabilidad del Recre.

Empezamos por lo más reciente, la guinda de ganar 1-3 al Jaén. Ganar, ¿qué era eso? Esta vez los albiazules han tenido de sobra con cuatro minutos para anotar dos goles en el estadio de La Victoria, y aunque los locales lo han puesto difícil llegando a recortar diferencias, la sentencia con el tercer gol ha sido más que suficiente para traernos los tres puntos a casa.

Hago un paréntesis en lo deportivo para hablar de durante estos días hubo una Junta de Accionistas como trámite para aprobar cuentas y poder abrir el registro, un trámite básico en la hoja de ruta que yo personalmente he entendido en este complejo proceso. Además de eso, y a falta de otra junta para inscribir a los nuevos miembros de la directiva, encabezados por Carlos Hita, el fichaje institucional del Ayuntamiento, se han conseguido dos acciones importantes para la actualidad del club: el final de la Huelga de Empleados, que han firmado un acuerdo con Manuel Zambrano y volverán a sus puestos este lunes y el final del culebrón Ceballos. En medio de ésto se confirmó la  venta de Dani Molina, que aunque las cantidades hoy en día nos parezcan irrisorias, para el Recre no lo es y se ha perdonado gran parte de la deuda.

A ver, es para estar contentos. Yo lo estoy. Creo que un psicólogo podría empezar su Tesis final de carrera con cómo nos afecta la situación del Recreativo y los estados de ánimo. La escasez de noticias positivas hace que se magnifique cualquiera, pero claro, eliminar huelga, que Ceballos sea historia, que Pavón pueda -y deba- ser inscrito para el próximo partido ante el At. Sanluqueño y que encima le ganemos al Real Jaén en su campo después de nueve jornadas sin saber lo que es eso... y demasiado tiempo, demasiado, sin saber lo que es ganar fuera de casa. Pues sí, es para estar feliz. Pero es esa felicidad que pertenece a un kit-kat vital, del que te hace descorchar una botella de vino y saborear tranquilamente, pero con la mente puesta en que sólo es un pequeño descanso y hay que seguir sufriendo muchísimo más.

Me gusta dejarme llevar por la felicidad, tener un poco de euforia. Creo que nos lo merecemos. Ya mañana lunes habrá que levantarse  con las mismas ganas, o más, de seguir tirando con este carro. El futuro del Recreativo, en todos los aspectos, sigue siendo incierto y demasiado complejo. Continuarán los sobresaltos, momentos de cabreos... por eso días como hoy y esas pequeñas noticias tenemos que saborearlas.

¿Cuáles son los siguientes pasos? Seguir ganando, continuar el proceso que traiga dinero al Recre. ¿Cómo? Ahí es lo de siempre, habrá que creer.

De momento, ¡Al fin! Semana con victoria, con trabajadores trabajando -espero que pronto cobrando- y que Ceballos sea sólo un mal recuerdo. Tres quistes menos.

Antes del final, feliz cumpleaños a Antonio Núñez, un veterano que parece el más joven. Y hoy su gol abrió la puerta de este rato de felicidad que nos regala el fútbol de vez en cuando.

jueves, 5 de enero de 2017

Queridos Reyes Magos, traed un remo

Siguen sin escucharse buenas noticias en torno al Recre, y aunque la situación es sabida, la rumorología parece decantarse por matar al Decano cuanto antes.

Liquidación, disolución... son palabras que he escuchado estos días y que respondo de la misma forma que lo hace el Consejero Roberto Sánchez: "Si vamos a liquidar, ¿para qué estamos aquí?". Todo es evidente a niveles paranomarles. Es decir, que el Recre está en causa de liquidación no es nuevo y es algo que arrastra desde hace tiempo (años) y que está en la mano de cualquier acreedor que solicite su pago. Y también es la solución financiera evidente para todo aquel al que los sentimientos les importa bien poco: Finalizar y empezar de cero. La situación fácil e incluso lógica, si el Recreativo no fuera el Recreativo. Esa en la que Huelva vuelve a rendirse por enésima vez y se deja atrás algo más de su hegemonía. Imaginad el caso radical: "no vamos a mantener La Rábida, vamos a dejar que se caiga, porque nos sale más barato y es más fácil hacer una nueva". Seguro que ahora os lleváis las manos a la cabeza, pero es que es lo mismo.

Si algo tengo claro es que no se nos puede achacar nada a los onubenses y Recreativistas de a pie. En su día la manifestación fue un éxito como lo ha sido la campaña de salvación, y aunque ahora todo pinte muy negro, sería estúpido decir que por culpa nuestra el Recre morirá. El Recre morirá porque ha sido amordazado, violado, escupido y perforado a base de deudas por encima de lo normal. Y los asesinos del club serán sus gestores de la época, encabezados por Pablo Comas y su séquito de Martín de los que ya han escurrido el bulto para que nos olvidemos de ellos, pero que fueron cómplices. Y será culpa de Huelva Deporte en los tiempos de Pedro Rodríguez, por hacer una venta inútil a alguien que pintaba mal desde el principio y sin guardarse ninguna garantía. Serán ellos, principalmente, los responsables del fin del Recreativo. Pero, ¿Huelva? ¿los aficionados? No. Habrá gente para todo, algunos a los que se les podrá exigir más y otros que lo han dado por encima de lo que pueden, pero ninguno ha sido determinante.

Ahora bien, sigo creyendo que si existe una solución, sí está en manos de mucha gente. Y también en nombres propios, por encima de todo. Gabriel Cruz asumió este muerto que es el Recre y sea lo que sea que esté haciendo, por mi propia impotencia personal, esperemos que sea lo correcto. El tiempo dictará sentencia. A nivel deportivo estos jugadores deben dejarnos al menos en 2ªB, hay que buscar y no quiero meterme mucho en ese tema por espinoso, pero hay que buscar y encontrar una solución velada entre trabajadores y club. Y es que si algo falla... se acaba todo.

El Recre es una mecha que no está a punto de explotar, está explotando ya. Aún así, no hay más esperanza que cuando ya no tienes nada. Dice Narciso Rojas en sus redes, en sus textos, una frase que se nos ha ido grabando a todos: remar juntos. Y si alguien tiene una Fe inquebrantable en el aficionado es él.

Pero para remar hace falta un remo. Y ese remo, que no tengo ni idea de lo que es, es lo que nos tiene que llegar a los aficionados. Creo en la necesidad, de carácter vital, de que los aficionados sepamos qué tenemos que hacer. Y entonces empujaremos. El Recre necesita dinero, un comprador, y creo que aunque hay mucha oscuridad en el asunto y nos quedan tardes de desesperación, es el plan principal de Gabriel Cruz. Y los aficionados somos los que podemos hacer atractivo al Recreativo de cara a un comprador, si es que alguna vez lo hay. Pero yo no sé como. Necesitamos ese remo, pero para remar, no para dar golpes de remo a todo lo que se mueva. Para empujar en filas hacia un mismo destino. ¿Pero cuál? 

Creo que la respuesta no se dice porque no la sabe nadie. Ni los consejeros, ni Gabriel Cruz. Si se supiera, la tendríamos todos. Yo, ahora mismo, me conformo con cercanía, con sinceridad, sea lo que sea que hay dentro. Que nos traten como seres inteligentes.

El Remo, como si fuera una varita mágica, se la pido a los Reyes Magos en esta tarde tan especial. Sería el mayor regalo para toda la afición onubense: encontrar el camino, verlo y seguirlo. Porque ahora mismo estamos, por pura ignorancia, a años luz de eso.

Finalizo con un inciso. El próximo lunes habrá Asamblea del Recre Trust y Roberto Sánchez comparecerá ante sus socios. Eso es cercanía, más de la que hay en otro momento. No debemos desaprovechar estas oportunidades. Si esos momentos que se nos entregan no los hacemos importantes, ¿cómo carajo vamos a exigirlo a otras cotas? Porque... ¿queremos salvar al Recre? ¿o sólo somos espectadores para ver si se salva o no? Hemos hecho mucho, hemos dado todo, pero siempre se puede un poquito más. Y es un inicio hacer ver que ésto nos importa constantemente. Por duro que parezca.