viernes, 26 de agosto de 2016

¡Vamos a competir!

El sábado a las 20 horas, el Decano volverá a jugar competición oficial en el Nuevo Colombino. Cuenta, de momento, con 18 inscritos y tras un durísimo verano, afrontará su segunda temporada consecutiva en 2ªB.

Estoy contento, orgulloso, feliz. En unas veinticuatro horas volveré a ir a mi asiento, con mis padres, con la gente de mi sector que sé que estarán allí. Volveré a sufrir el aparcamiento con gorrillas, el tiempo que se tarda en salir. Deslizaré un clínex sobre el plástico en el que ubicaré mis posaderas para intentar no mancharme. Miraré el twitter de Albiazules un rato antes para ver el once inicial. Veré la gran bandera del Recre ondear en el centro del campo. Volverá la emoción, la ilusión, las posibles decepciones y las esperadas alegrías. Sentiré de nuevo al club de fútbol que me importa. Es la rutina de lo que debería ser mi Club.

Una rutina que se ha convertido en un anhelo. No nos lo han puesto nada difícil. Hemos trabajado como afición a un ritmo considerable y urge no encontrar protagonistas únicos si no un "todo común". Las piedras del camino han sido ígneas, repetitivas, confusas. Con algunas nos hemos quemados, con otras hemos resbalado y dejado los dientes en el suelo. Pero ante todas nos conseguimos levantar y descubrir que aún se puede dar un poquito más.

Un camino de recuperación que se inició hace muchos meses, desde el Trust exigiendo formalizar una Junta de Accionistas que ilegalmente nadie quería convocar. Desde el mismo ente lanzándose a una querella arriesgada que sigue su curso y a la que espero que se unan todos los recreativistas. Al aguante de algunos empleados (y ex-empleados) y ese llamamiento de decir que podía ser el último partido, porque iba a serlo, y lo vivimos tres veces hasta salvar la categoría gracias a esos jugadores que lo dieron todo por un escudo más importante que el impuesto en una camiseta. Y tras un verano en el que el Recreativo descubrió que estaba rodeado no sólo de aficionados, si no de auténticos Capitanes del Decano que han puesto su parte económica para ser ellos, y sólo ellos, los verdaderos salvadores de la entidad.

Aún así, hasta el último momento, nos han intentado desestabilizar. Seguramente, habrá más intentos. Pero mañana, cuando el balón ruede, cuando volvamos a pensar sólo en fútbol, cuando esté rodeado de más de siete mil compañeros en la grada... será mañana cuando sepa que hemos ganado. Le hemos ganado una batalla a la muerte, a una enfermedad desastrosa que nos tiene todavía muy tocados. Ha sido una epidemia, pero seguimos en pie. Si ya estamos compitiendo, si el proceso de expropiación sigue a su ritmo... es cuestión de tiempo. Deseamos que cuanto antes, pero será. O eso creo. Y teniendo una plantilla habrá maneras de aguantar esta temporada si hacemos las cosas con cabeza. Y los monstruos ahora se escribirán en minúsculas, aunque seguirán intentando esparcir su veneno, ¿pero qué podrían hacernos ya? Hemos demostrado ser fuertes.

Hace tiempo escribí un artículo en el que indicaba que el Recreativo estaba inducido en parálisis. Ahora, si humanizamos el club, hemos conseguido ponernos de pie. Eso significará mañana. Pero aún queda estabilizarnos y empezar a dar pasos. Pero ponerse en pie... es emocionante.

Y ante tal magnitud de los hechos históricos que mañana se producirán ante el Real Jaén, recordar que el césped, el terreno de juego, nuestros jugadores, son parte del canon del Club, y eso lo tenemos que proteger y no mancillar rompiendo nuestro sitio, la grada, para estar junto a ellos. Porque durante los partidos, los jugadores y el fútbol lo son todo, absolutamente todo. Así que espero, y si no maldeciré sin contemplaciones, que nadie se atreva a blasfemar saltando al césped tras el final del encuentro. Quiero y necesito que el recuerdo en mi mente sea, sencillamente, perfecto.

Y si nos diera por ganar...