lunes, 22 de agosto de 2016

La tormenta Ceballos

El viernes se generó la tempestad: Pablo Comas imponía a Ceballos como entrenador, haciendo valer su interinidad como Consejero Delegado como no la hizo nunca cuando debía el club tener una cabeza visible.

Su decisión llevó a un pensamiento claro: Juanma Pavón es víctima, así como toda la plantilla, por el cambio repentino a sólo 24 horas del choque ante el Marbella. Y a una disputa dialéctica entre aficionados por el hecho de que Ceballos aceptara.

Me pasé todo el viernes intentando pensar por qué Ceballos cometería el suicidio social de confiar en Pablo Comas. Es una decisión horrible, sin sentido, que te echa como un corderito ante los lobos. Por eso mi interés en tener más información, en pensar que era un timo o chantaje a Ceballos. Pero el técnico, en la rueda de prensa tras la derrota ante el Marbella no contó nada. Que había hablado con quién debía hacerlo y que las críticas no le importan, sólo el tema deportivo.

Una parte de mí sigue esperando que no haya querido hablar para no generar más polémica. Pero otra parte de mí ha tenido los datos necesarios para pensar que la decisión ha sido horrible. La afición ya clama contra él, los que le querían tras la pasada temporada no aceptan las formas de hacerlo en ésta y ahora mismo el técnico está en el punto de mira desde el minuto cero. Aunque esta afición ha demostrado ser inteligente y animaremos al equipo durante el partido, la situación del técnico dará que hablar durante todo el año.

Ahora mismo Ceballos tiene una patata caliente. Llegará el día que Comas no esté, tras la Junta de Accionistas, y él deberá de tener el valor de poner su puesto a disposición del nuevo dueño. O puede no hacerlo, aferrarse con uñas y dientes al puesto creando un malestar interno innecesario. Del mismo modo, la plantilla y otros componentes del apartado deportivo pueden estar molestos por su actitud como lo está la afición, aunque creo que han demostrado ser absolutamente profesionales para ir a por todas siempre, si no existe esa empatía el equipo lo notará.

Y finalmente será el tiempo y los resultados el juez de Ceballos. Cada derrota será una terrible losa sobre su cabeza, y las victorias calmarán a todos e incluso se podría pensar que fue un "mal que por bien no venga".

Lo desgraciado de todo este asunto es el daño institucional orquestado por Comas. No será la última. la única forma de evitarlo es buscar la forma legal de acelerar todo el proceso de la Junta cuanto antes.