Se acabó la fecha límite, se consiguió bastante dinero pero lejos a los dos millones que se pedían y se llegó a un acuerdo con la AFE, que oficialmente deja al Recre en 2ª División B. Nos hemos alegrado mucho por la noticia, pero...
Aún no, recreativistas, aún no. Está claro que el escollo que hemos salvado es de los que da moral, de los que te hace pensar que el resto del trabajo se puede hacer. Es ese doble filo de creerse con confianza. Por una parte, la suficiente para afrontar los retos con más garantías, por la otra, que venga una relajación inoportuna para el aún durísimo desenlace que le queda a nuestro Decano.
A mí no me gustó nada como se vivió el día 29 de Junio. Pero nada, nada. Era raro, pero quería ver a los recreativistas volcados en la calle, quería notar miedo en la sociedad, la sensación de que el club se moría. Y quería notarla no porque sea masoquista, si no porque sería lo lógico de ese "último minuto". En cambio, parece que hubo cierta relajación. Es algo muy personal, cada uno lo puede sentir como quiera, yo sólo os cuento mi forma. Por suerte, la fecha del 30 de Junio fue fructífera por la mañana, pero también con esa cierta calma tensa.
No hubo esa fiesta loca en la fuente, que es lo menos que merece el Recre por resucitar. Pero no la hubo porque en el fondo estamos concienciados de que ésto es una carrera de obstáculos y ahora mismo sólo hemos dado el primer paso desde la línea de salida.
Los Recreativistas, que son los que van a salvar al Recreativo (y no toda Huelva, como dicen por ahí), no pueden ver el trabajo ya finalizado. Es posible que en una semana hablemos de nuevas Juntas Directivas, de cómo el "ex-propietario" es el "ex-propiado" de manera oficial y judicial, de que se reactiven rumores, campañas de abono y toda la vorágine típica de los veranos futbolísticos. Pero siempre con el objetivo más importante de pensar en la siguiente fecha límite. También es cierto que quitarnos de encima a una sanguijuela vital como es Pablo Comas y su séquito de oportunistas y cobardes, así como la disponibilidad de que las acciones sean del Ayuntamiento, puede hacer que lleguen nuevos inversores. Porque dinero hace falta, sin dudas. Y tendremos que estar atentos de que esos nuevos inversores sean Recreativistas (que los hay en todo el mundo, desde Estados Unidos a China) y no una nueva sanguijuela en busca de sangre para drenar. Por eso, ahora que el pueblo llano, los que nos sentamos en el plástico azul y blanco, los simpatizantes, los amigos y familiares que entienden nuestro dolor, han aportado tantísimo en estos días (las cantidades son bestiales para la situación y la densidad demográfica de Huelva) sean parte fiel y decisoria del Decano. No podemos entregar el club al mejor postor, porque hemos demostrado que los Recreativistas sabemos llevar esto adelante.
Hacienda ha establecido que el Recreativo les debe trece millones de euros, los acreedores siguen siendo el peligro constante de querer cobrar sus deudas a cambio de la liquidación del club, con la seguridad social no tengo muy claro aún como está la situación con la ciudad deportiva... muchos frentes.
Por eso, amigos, aún no. Aún no es el momento de poner un título de "Gracias", aún no es tiempo de "descansar", aún no estamos "a salvo", aún quedan muchas batallas extradeportivas por sucederse.
Aunque sin dudas, lo más importante de todo, es que aún no es el final del Recre.
Continuemos, que el camino va bien marcado y se ve posible.