viernes, 8 de julio de 2016

Pablo Comas es historia

Llegó el día. Al fin, el Recreativo queda liberado de uno de los peores, si no el peor, dueño que ha tenido en su longeva historia.

En Huelva hay gente a la que le gusta el fútbol y gente a la que no. Todos conocen al Recreativo, porque el Decano es emblema de esta ciudad y es prácticamente imposible que no se le haya oído nunca. Ahora bien, si selecciono a un grupo de esas personas que saben qué es el Recreativo pero no les gusta el fútbol y le lanzo unos nombres al azar, como por ejemplo: De la Villa, Galardi, Mendoza, Berrocal... estoy seguro que muchos los confundirán con jugadores, entrenadores o no tendrán una respuesta certera. Pero Pablo Comas... no queda nadie en esta ciudad que no sepa quién es.

Pablo Comas es un excelente tirititero. No me avergüenza decir que caí en sus garras, en las falsas profecías, casi los dos primeros años enteros. Yo llegué a creer que sin él, no habría Recre, porque él lo había comprado. Llegué a pensar que su idea de profesionalización del club era buena. Me enojé con los enemigos que aparecían por el camino, por esos caballeros que portaban la espada de Damocles: a veces Hacienda, a veces el anterior Consistorio, a veces la prensa, la Liga de Fútbol... había tantos.

Os voy a contar un secreto. Cuando Pablo Comas llegó a Huelva fui convocado (junto a otras dos personas) a subir al palco. Quería conocernos. Yo era entonces un forero muy activo de ForoRecre, ya tenía mis artículos, me pasaba el día hablando del Recre. Esa fue la baza por la que me llamó. Quería calar el ambiente, pero a la misma vez lo calaba yo. De aquella conversación no hay mucho que rescatar, meros formalismos y poco más. Pero sí que hay una frase que me resulta inolvidable: "todo da igual, lo único que importa es que la pelota entre".

Quizás llevaba razón. Si la pelota hubiera entrado su nefasta gestión hubiera pasado a un segundo plano. Quizás el Recreativo de Sergi hubiera ascendido a Primera y a partir de ahí... podríamos deliberar más de la cuenta. Pero de nada sirve. La pelota no entró, y eso no lo es todo. Yo juego al euromillón todas las semanas y todo depende "de que salgan las bolitas con mis números", pero si no salen, tengo que tener una seguridad por detrás para intentar sobrevivir, hacer bien las cosas. En eso falló Comas, en todo eso.

El Recreativo ha tenido la mala suerte de que en una fecha muy importante para su historia, el 125 aniversario, Pablo Comas se dedicara a hacer aún peor gestión de los recursos que tenía. Ya en ese momento no se lo creía casi nadie (hasta hace unos meses había alguno que creía en él) pero la tendencia era desastrosa. La pelota entraba, pero en nuestra portería. Había impagos, promesas incumplidas a todos, enemigos nuevos como Víctor Hugo Mesa, como posteriormente sería el Trust, como las botellas de champagne, como los Mexicanos que no pagan... mil historias, miles de plazos. De esas, sólo hay que ir tirando de artículos míos hacia atrás. Surrealismo simulado en un ambiente completamente verídico.

De herencia, Pablo Comas nos deja varias cosas. Algunas malas y otras buenas. Las malas son las marionetas con las que jugaba el tirititero, con "los Martín" por encima de todo. La deuda que creció después de un inmejorable concurso de acreedores del que salimos muy bien parados y acabamos, en un corto plazo de tiempo, mucho peor que antes. Una plantilla destrozada, unos empleados que son mártires, unos ex-empleados que no conocen la justicia, en definitiva, un Recreativo muerto que estamos pretendiendo resucitar. Entre lo bueno, el movimiento tipo muelle que ha sido la afición. De tanto apretarnos, la presión hizo efecto rebote y nació el Trust. Un año más tarde, unidos a la Federación de Peñas y un Ayuntamiento que quiere, los Líberos del Decano son su mejor herencia. Puede ser, con suerte, aunque me pierdo en términos legales, que su denuncia contra Hacienda de frutos positivos.

Su balance ha sido terrible. Tres o cuatro cosas buenas en su gestión -que las hay- no adornan ni hacen de limpiacristales a la lápida que se ha ocupado en forjar en sólo cuatro años. El Recre ha llegado a estar tan destrozado que hasta su entorno social se quebrantaba. Pero los Recreativistas han sabido reaccionar.

Hay que agradecer especialmente a dos entidades. El Ayuntamiento de Huelva ha aprovechado un recurso complicado y con el que se juega mucho para expropiarle las acciones. Y el Trust, que desde hace unos meses lo tiene entre la espada y la pared con una querella que aún va para largo. Lo curioso que es el destino, que Pablo Comas pensó en su salvación con el BIC (Bien de Interés Cultural), que en gran parte ha sido redactado por los fundadores del Trust (Alejandro y Narciso) y que ahora aprovecha el Ayuntamiento para salvar al propio club de Comas. Un guión propio de George RR Martin (otro Martín, pero éste me gusta más).

Es el fin de la Era Pablo Comas en el Recreativo. Eso parece, pero no pondría la mano en el fuego. Lo conocemos tanto, sabemos lo maquiavélica que es su mente, que creo que habrá Comas para rato. Ya sea por la querella o por algún extraño plan de malo de película, que es el recuerdo que deja de su estancia en Huelva.

Teníamos un solar con musgos y malas hierbas. Hemos sacado la segueta y la hoz y hemos dejado la hierba más corta, pero aún quedan pedruscos enormes que no tenemos fuerza para levantar. Se puede empezar algún muro, pero queda muchísimo trabajo. Eso es el Recre. Pero por suerte, a pesar de que nos quedan muchas penurias y fechas límites que pasar, a día de hoy es el Recre de los Recreativistas.

Esperemos que la decisión que tome el Ayuntamiento para tener un nuevo propietario sea más acertada que la de Pedro Rodríguez, que nos ha condenado al precipicio de la muerte por entregarlo a la persona que no era adecuada.

Esperemos que el Recre que esté por venir escuche a su afición y sepa que tiene capacidad y talento para salir adelante. Como estamos demostrando en los últimos tiempos.