Las crisis no son más que un tiempo de transformaciones, aunque algunas, excesivamente crueles. La del Decano ha llevado a un cambio de mentalidad fundamental: no hay nombres propios, los héroes de todo ésto son anónimos.
Siempre hemos querido personificar a los abanderados y líderes del Recreativo, como con casi todas las cosas. Si hablamos de los "hombres fuertes" -aunque no sean fuertes económicamente- es el rostro y el nombre de los Pablo Comas, Mendoza, Dumois, Pedro Rodríguez, Víctor Hugo Mesa... los que nos han estado sonando. En momentos de máxima parálisis burocrática, encabezada por el ya mencionado Pablo Comas, las soluciones llegan a cargo de personas anónimas que lo dan todo por el club sin esperar nada a cambio.
Una frase que parece hecha, pero que llevada al extremo se acerca al devenir de los empleados del Recre. Porque ellos, los empleados del Recre -y los ex-empleados despedidos como venganza- son un ente, un conjunto de almas, que sin ver como su cuenta corriente tiene dígitos verdes desde hace demasiados meses, están llevando hacia delante. Han tomado la iniciativa, quieren que Huelva sienta al Recreativo y lo están consiguiendo más que el propio actual alcalde, Gabriel Cruz. Porque de Gabriel se esperaba mucho, pero el tiempo se dilata y no se ve nada por su parte, ninguna acción-reacción que ponga los pelos como escarpias a favor del Decano. Distinto es lo que hacen ellos. No son Manolo, Cinti o Nardy, son todos, Los Empleados del Recre, en mayúsculas.
La Afición siempre ha sido anónima. Siempre han vendido de palabra que son el mejor patrimonio del club, que somos sabios por ser Decanos, que somos de los mejores del país. Nos regalaban los oídos, y lo hacía Pedro Rodri o Mendoza. Nombres propios que ahora están en la sombra, sin mojarse, sin dar el paso adelante. Un paso que sí da la afición. Que desde que se entera que hay un objetivo que es llenar el Estadio Colombino están buscando como sea a esa gente que haga falta para que el Recreativo juegue en casa con los honores necesarios. Los tres mil de hace tres semanas, los veinte mil de hace una, los veinte mil que serán, los diez mil que salieron a la calle... La Afición. Héroe anónima del club.
Es más fácil identificarlos, pero también son un grupo. Por encima de los nombres, La Plantilla y El Filial están dándolo todo para seguir adelante en las peores condiciones. Ellos, aunque sean conocidos, también son Héroes Anónimos.
No sé que pasará con el Recreativo. No tengo ni idea. Pero vivimos momentos preciosos por lo que significan los gestos. Esos gestos sin rostros definidos pero con los rostros de todos. Esos nombres que se mezclan, que son parte de una cadena de ADN que no quiere romperse. Dejamos a las "grandes mentes" como la parálisis de Comas, la desaparición de Gabriel, las almas en venta de los Martín, el dinero de Víctor Hugo o la efímera grandeza de una Huelva de Primera de Pedro Rodri. Eso son tiempos del pasado. El Recre de ahora tendrá nombres puntuales, gente que encabezará en momentos concretos. Pero al final, se está demostrando que el Recre somos tú, yo... ése que estás pensando. NOSOTROS.
Si salimos de ésta, habrá que retomar aquella idea del innombrable: Un monumento a la afición con sus nombres. Si me apuran, con todos los nombres de aquellos que alguna vez fueron socios. Aunque sean placas en las paredes del estadio. Era una idea demasiado honorable para un granuja como él.
Ya hemos vivido la oscuridad. Ahora sólo nos queda sacar, entre todos, la fuerza que nos quede para hacer del RECREATIVO DE HUELVA el club más grande que podamos imaginar. El club que nos haga erizar la piel, brotar lágrimas y desgarrar gargantas.
VIVA EL RECRE! VIVAN LOS RECREATIVISTAS!