martes, 26 de enero de 2016

Obligación moral

Acción, reacción. Como siempre, los gestores del Recreativo esperan al movimiento del Trust para hacer su contraataque. Con la denuncia aprobada por la asamblea del Trust, se presenta la dimisión irrevocable de "Los Martín", sólo dos horas después y a altas horas de la noche. ¿Siguen creyendo en coincidencias?

Hay formas de interpretar el cuento de Pedro y el Lobo. Ya sabéis la historia, el niño que para jugar y asustar a sus vecinos, decía que venía un lobo, todo el mundo se ponía a la defensiva y no pasaba nada. El hecho ocurrió tantas veces, que cuando fue verdad, nadie creía ya a Pedro y el lobo entró en el poblado sin oposición ninguna. Partiendo de esta historia, la podemos aplicar de forma distinta a los dos protagonistas de hoy: Gildoy y el Trust.

Por parte de Gildoy, la historia ya la conocemos: que vendemos, que vendemos. Que pagaremos, que pagaremos. Que mañana, que mañana. Y al principio te lo crees, dejas trabajar, das la oportunidad. Y recibes un palo, luego otro, otro, otro mas... y ya pueden decirnos que lo venden a un Jeque Árabe que no se lo cree nadie.

Y lo del Trust es completamente al revés: que el Recre está muerto, que está muerto. Pero es que somos catastróficos, apocalípticos y pájaros de mal agüero. Hasta que un día te levantas y dices: pues sí, hoy lo hemos enterrado, pero muero está desde hace varios meses.

Vista la tesitura, el Trust se encuentra, a través de muchísimo trabajo -horas, días, meses- y muchos sudores y dolores de cabeza -muchas gracias a los que lo hacéis posible- con un arma. No es una bomba atómica, tampoco una escopeta de fogueo, pero es un arma. Y está basada en la justicia, en poner puntos sobre las íes en muchas incógnitas de la gestión del Decano.

Que nadie piense que esto fue un "sí, buana". Hubo un debate intenso, con los pros y los contras. Durante un par de horas se estuvieron ofreciendo distintos prismas sobre lo bueno y lo malo de arrojar el arma. En lo malo, aparece la opción de torpedear una posible compra -que curiosamente ahora dice el club que va a cambiar de  gestor- pero no está claro que eso sea así. En lo bueno, es un ataque desesperado, y hartos de recibir guantazos día tras día, yo personalmente quiero que haya justicia y se ponga a cada uno en su sitio. A partir de ahí todo son hipótesis, pero vamos a pensar de forma optimista: el Recre ya está muerto, con fecha de caducidad 30 de Junio. Un proceso judicial podría alargar la vida del Decano mientras esté abierto, y sinceramente... tiempo, tiempo es todo.

Desde mi punto de vista, lo que está en nuestra mano es buscar responsabilidades y que se haga justicia. Presuntamente, han ocurrido cosas muy extrañas que necesitan explicación. Eso no torpedearía ningún tipo de negociación con otra empresa que se pudiera hacer cargo. Incluso, si yo fuera un inversor, me fiaría más de ir a hablar con un administrador judicial que del propio Gildoy. Todo esto desde mi desconocimiento legal. Pero moralmente, si sé que han maltratado y vilipendiado al club de nuestros amores, tenemos que protegerlo como debemos. Y ahora mismo, esta es la forma.

Siguen unos días apasionantes de novedades. Nada está en silencio, aunque no se escuchen voces. Al menos está ocurriendo algo. Lo de esperar a mañana, a mañana, ya no nos interesa salvo que haya nombres y apellidos y un proyecto claro sobre cómo llevar el club. Entonces creeremos. El resto son sombras que queremos esclarecer.

¡Viva el Recre!