viernes, 8 de enero de 2016

Putrefacción

La salida de los portugueses del Decano es sólo el comienzo de una putrefacción que puede alcanzar durante el mes de Enero uno de los estados mas agresivos.

El Recreativo empieza a ser zombie al que nos acostumbran las películas estadounidenses y los videojuegos: camina lento, con movimientos torpes, con hambre y descomponiéndose su cuerpo. Nada que ver con los hiperactivos de Guerra Mundial Z que ponían en aprieto a Brad Pitt. Que el Recreativo está en descomposición es algo que sólo los que miran hacia otro lado no pueden ver. Era vivir en una pompa que evitaba los mensajes claros que hemos dicho desde verano, desde que Comas y su Potente Inversor Mexicano destruyó en dos semanas la campaña de salvación del Trust.

Los presagios se van cumpliendo: en Octubre ya no cobrarán, en Enero se irán muchos y quién sabe si en Febrero podemos seguir pagando el autobús para desplazarnos al campo rival. Ahora mismo el Decano sólo tiene el peso de su historia para mantenerse en pie, pues como si fuera Jack El Destripador, Pablo Comas y sus secuaces han ido despiezando al club como si fuera un cochino: sin Presidente, sin Junta de Accionistas, con un estado lamentable en los campos, sin escudo, y pronto, sin jugadores.

Ahora tiramos de cantera, seguro que nos lo venderán con orgullo, y sí, me tengo que alegrar por los chavales que vean de forma precipitada jugar en 2ªB, al menos podrán promocionarse. Nos venderán que Kikas y Ribeiro se marchan porque no contaban deportivamente, aunque lo de Mica ya es un drama para Ceballos, que hasta hace poco, junto a Toledano, nos venían contando una milonga de reforzar al equipo en el mercado invernal.

Mentiras, irrealidades, fantasías y una sola verdad: El Recreativo de Huelva se muere, y entonces nada, absolutamente nada, será importante de él salvo el recuerdo de su nombre en viejos periódicos y fotografías.

¿A alguien le importa deportivamente el equipo con la que está cayendo? Quizás sólo para evadirnos antes del partido de la realidad. Pero ni eso tenemos...

¿Solución? Lo que decimos siempre, lo primero es que Comas se vaya y todo su séquito con él. Eso no garantiza nada, pero nos quitamos gente tóxica para el club. Lo segundo es trabajar, rezar, arrodillarse ante cualquier criatura viva y mitológica, mendigar y demostrar que esto le importa a mucha gente. Y si tenemos muchísima suerte, muchísima, lo mismo podemos sufrir varios años consecutivos más.