Las últimas horas en el Recreativo de Huelva están siendo frenéticas. Desactivas un rato el móvil y al volver se genera tal cantidad de noticias que resulta imposible seguirlas todas en directo, y más aún, cuando muchas surgen en las redes sociales.
Desde el 22 de Octubre los aficionados están tomando conciencia de un problema que, aunque era conocido, faltaba dar el paso hacia delante. Finalizada el pasado jueves la Mesa de Unidad, de la que espero más acciones concretas en el futuro pues en ella había personalidades importantes de la ciudad y la afición, denoto que se están siguiendo varias batallas independientes en torno al Decano.
Por parte del club hay dos batallas diferenciadas. Una, la que cuentan, y pocos nos creemos, es que Pablo Comas parece un llanero solitario buscando dinero que nunca encuentra mientras se siguen acumulando los impagos día a día. La otra, la de Benjamín Naranjo, del cual no entiendo sus intenciones porque no es capaz de ofrecer información clara, que creo en mi opinión que no la tiene, y que a través de declaraciones sólo causan confusión para no llevar a ninguna parte. Es una batalla rara la del actual presidente, que se jacta de poner su cargo a disposición, incluso de quién no debe, pero que nunca se marcha, y al mismo tiempo protege de manera intrépida y desvergonzada la gestión de Pablo Comas, cerrando las puertas a todos los demás, erigiéndolo como único salvador.
Para colmo, se abren nuevos frentes con las posibles ventas del club. La primera, la más nombrada, trata sobre unos Brasileños que estuvieron interesados en el Espanyol hace poco. Es la que sale desde el club, por lo que la experiencia augura una cautela máxima sobre la veracidad de los hechos, comprobado que aunque se venda a fondos de inversiones Mexicanos, no cambia nada. Por otra parte, algo que puede caer como un simple rumor o una distracción, ha acabado llamando la atención. El ex empleado Nardy Lafuente comentaba en twitter posibles noticias esta semana sobre unos compradores que no son brasileños.
La noticia bomba de ayer fue otra guerrilla, protagonizada por Ramón López, un conocido aficionado del Recreativo que ha denunciado directamente a Pablo Comas para que se estudie la compra-venta de Gildoy a Huelva Deporte. Esta sin dudas dará que hablar, y estamos expectantes a las novedades que surjan.
De la Mesa de Unidad, también se sacan varios frentes. El Trust del Recre nunca ha ocultado que el futuro del Recreativo pasa por la salida de Pablo Comas, y ahora muchos se unen a la causa. Entre ellos, el ex presidente Diego De La Villa y peñistas varios. Son quizás los más organizados, que tienen el apoyo -neutral, por defecto- del Ayuntamiento y de la Cámara de Comercio entre otros organismos.
El problema quizás, radica en esta guerra de guerrillas. Al final hay dos bandos claros, los que protegen a Gildoy y los que requieren de su salida. El motivo que frena a ambos es el mismo: el dinero. Porque no se puede decir que la oposición no tiene dinero cuando el dueño es el primero que no dispone. Pero a nivel personal, me gustaría que las batallas para echar a Gildoy se apoyen en el Trust, una asociación abierta a todos, donde siempre se va a dialogar con cualquier aficionado y que ya tienen un camino recorrido. Sería muy interesante que la valentía demostrada por Ramón López en la denuncia estuviera complementada con toda la información que dispone el Trust como accionista del club. Lo mismo digo para aquellos ex empleados, que quizás ya lo estén haciendo, de unirse a un objetivo común y organizado antes de ir por libres.
Pero ojo, la participación individual tampoco es mala. Tiene sus ventajas: la diversidad de frentes a los que tiene que batallar Comas, Naranjo y los Martín.
Huelva se mueve, van a pasar cosas, y queda muchas batallas por contar.
La pena es que hablar de fútbol haya pasado a algo tan terciario.