sábado, 19 de noviembre de 2016

Ahora os necesitamos, ¡Apoya al Recre!

La semana ha sido especialmente dura y lo más terrible es que se ha creado un clima depresivo en torno al Recreativo. La situación del club parece condenada a cruzarse con mil baches, pero lo que hace daño es el puesto de descenso que actualmente se ocupa.

En medio de esta situación tan complicada, La Hoya Lorca nos visita el domingo. Es el tercer clasificado, tiene 13 puntos más que nosotros, que es prácticamente el doble, y de igual forma, duplica el número de goles conseguidos: 22 por su parte, 11 por la nuestra. En goles encajados estamos más o menos igual, ganando también el cuadro murciano con un gol menos encajado. Los datos muestran la lógica de un equipo y otro: el gol. El Recreativo tiene ocasiones, pero no consigue hacerlas efectivas, mientras que los rivales sí.

A nivel de resultados, Pavón no ha sido un revulsivo. A nivel de juego, de táctica, se atreve con salir de inicio en una 4-4-2, aunque creo que se equivoca poniendo a Núñez de delantero. Es cierto que tiene corpulencia y se le presume un buen disparo. Pero tampoco es alguien que gane frecuentemente balones por alto ni remate. Además, su tendencia es bajar a ayudar, por lo que acaba juntándose en un peculiar trivote con los dos mediocentros y dejando aislado de nuevo a Aguilar. Núñez es un jugador que ofrece mucho trabajo y desgaste, pero sus habilidades top no las está mostrando esta temporada: sprint y disparo. Quizás por veteranía y personalidad tiene que jugar sí o sí, y más en esta situación tan negativa deportivamente. Pero desde mi punto de vista, el mejor Núñez está en la banda e incluso si fuera posible, de revulsivo en segundas partes para que pudiera pegarse una gran carrera.

Dicho esto, me niego a pensar en el Recre sin dos delanteros, salvo una posibilidad concreta. Pavón puede elegir una delantera de dos delanteros de verdad, y creo que todos pensamos que es Aguilar y otro: Mesa, Torres o Altamirano son los candidatos. Pero puede jugar un 4-2-3-1 encajando a Miguelito de mediapunta con libertad. El menudo jugador está en un momento dulce y no tiene problemas para encarar y crear juego. Es un plus, pero en banda se pierde. Aún así, si podría partir por la banda de inicio y pasar al centro en la segunda mitad, con el partido más abierto. Aprovecharíamos, además, el tener dos jugadores arriba.

Pero el gran problema deportivo del Recre (y digo deportivo, porque hay muchos problemas psicológicos y morales) está en la defensa. Cogida con pinzas, esta semana no se podrá contar con José Alonso. Posiblemente sea la oportunidad de Ubay Luzardo, aunque en la plantilla se encuentra otra alternativa como es Pape. En cualquier caso es una línea sin nombres específicos, quizás con futuro, pero a la que le falta. Sedeño ha decepcionado en los laterales, Iván Robles tiene futuro pero está verde, Cantero tiene que encontrar su mejor forma. Y en los centrales, yo tengo debilidad por Alonso, que no está, y Bonaque necesita centrarse un poco más. Hay trabajo, mucho. Y no sé que posibilidades actuales son las mejores.

Pero no todo el problema de la plantilla es exclusivamente deportivo. Se nota, se siente, que hay jugadores afectados por los impagos y lo han hecho saber. Ayer, Jesús Vázquez habló claro sobre el tema e intentó zanjarlo. Palabras que le agradezco enormemente. Sé lo difícil que tiene que ser la rutina en el Recreativo, pero es una situación pública desde Mayo. Estamos en un proceso muy complicado y hay que mirar hacia adelante tras cada caída.

Una mirada que también le pido a la afición. Cada persona es como es, pero al final se identifican en grupos muy concretos. Los hay que son siempre optimistas y convierten su enfado en apoyo en apenas unas horas, los hay que son pesimistas toda la semana y van al campo sin ilusión y los hay que simplemente se aburren y abandonan al equipo hasta que llegue del cielo un mejor momento. Los dos últimos casos son peligrosos, al igual que lo es un optimista irracional. Los pesimistas que van desganados al campo tienen que saber gestionar el ambiente que crean durante el encuentro y los que abandonan por rachas deben sacar un esfuerzo superior para darle vida al Decano. Aquella frase de "Somos nosotros, el Recre somos nosotros" es la que tenemos que aplicar, en lo bueno y en lo malo, pero con inteligencia y desde una crítica constructiva hacia el club.

¿En qué se basa el optimismo lógico? Tanto en lo deportivo como en lo institucional, aunque el estado actual no es bueno, hay visos de mejorar. Muchos de los que se desplazaron a Mérida me han dicho que el equipo mejoró su imagen y compitió muy bien hasta el gol. Hay una tendencia de mejoría, se crean ocasiones, y si empezamos a asegurarnos atrás el gol llegará. Hay que tener en cuenta el deplorable trabajo previo por parte de Ceballos, incluida su llegada, que hacen mermar al equipo bastante tiempo, tanto tácticamente como físicamente. A partir de ahora se debe ir mejorando al menos en sensaciones, y con algo de suerte y mucho trabajo, convertirlo en resultados.

A nivel institucional está pasando lo mismo que el día que se firmó la Expropiación y hubo que esperar casi tres meses para hacerla efectiva en una Junta de Accionistas. Es el mismo parámetro. Se sigue el curso de las cosas, se trabaja bien, y esto no se arregla de un día para otro ni de un mes para otro. El objetivo es allanar el terreno para que venga un comprador que estabilice el club, pero para llegar a ese fin hay que pasar por mil trabas: acuerdos con Hacienda, ir pagando a la plantilla, comprobar la deuda real... suena fácil, no lo es. Tenemos que desarrollar un poco de empatía y en vez de criticar fácilmente: "deberían hacer ésto o lo otro" como si fuera la panacea, tener en cuenta la extrema dificultad del acto. Yo es que no puedo pedir lo que yo no estoy capacitado para dar o comprender. Por eso, antes de pecar de bocazas por un enfado deportivo, respetaré al máximo a la nueva Junta Directiva. Y esto, más que la afición, no lo está entendiendo muchos gurús de las tertulias radiofónicas y televisivas. Hay que abogar por la paciencia, por lo difícil del camino, por el remar juntos. Hay que exigir deportivamente, pero hay que saber qué ocurre institucionalmente. Está claro que como afición estamos capacitados, que lo que nos ciega es las ganas de ver al Recre mejor. Pero este purgatorio tan duro es sólo una larga autopista hacia el cielo.

Todo lo veremos mejor si conseguimos ganar al Lorca. Es un rival muy duro, no tendremos a Pavón en el banquillo gracias al último pupilo de Comas, Ceballos, que se empeña en hacer daño a la institución. Por eso, los aficionados tenemos que apretar al máximo. Yo lo prefiero, aunque el espectáculo no me guste. Pero si con cada aliento, palma o grito, los jugadores ganan un puntito de esfuerzo, bienvenido sea para conseguir los tres puntos.

Y así, todos nosotros, como ya hiciéramos en Mayo, estaríamos jugando en el Recre y salvándolo. De nuevo. Con el esfuerzo colectivo y siendo positivos.

¡Apoya al Recre! ¡Ahora más que nunca!