jueves, 26 de mayo de 2016

Más allá de la Caverna del Recre

Ser del Recreativo de Huelva es hermoso e irracional. El romanticismo perece en los últimos tiempos culpa de una comunicación y accesibilidad tan alta, que aquellos misteriosos valores se esconden bajo el polvo de sus cenizas. Pero este Recre, precisamente éste club decapitado -y descapitalizado- tiene la facultad de hacernos sentir esas cosas que no podemos explicar.

Lo fácil sería pensar como un cliente de cualquier cosa. Pongamos un ejemplo, un teléfono móvil. Tienes uno de una marca que ha sido importante a nivel local, que ha tenido su gloria con buenas versiones y calidad, pero que ahora te falla hasta para hacer una llamada. Lo normal es tirarlo y cambiar de marca. Quizás no es un buen ejemplo, pensaréis. Pero la reducción a lo simple se produce también en el caso de: ¿por qué sigo tan fiel a este Recre si lleva un lustro sin darme satisfacciones? Quizás un lustro sea excesivo, pero estos dos últimos años... han sido muy duros.

Si te he convencido en el anterior párrafo, te has equivocado de blog, de autor, de afición y de equipo. Si piensas que dentro de lo ilógico hay un amor infinito hacia unos colores, que los recuerdos se evocan con facilidad, que podéis definir vuestra vida con momentos de este equipo, es que estamos en la misma onda. No requiere más explicación. A veces, cuando viajo al pasado en conversaciones con conocidos, me ubico por el año del Recre. Cuando el ascenso de Lucas Alcaraz yo iba al instituto, con el de Marcelino ya estaba estudiando mi profesión, cuando veía por la banda correr a Rodolfo y Dani Soria... son los elementos clave para definir el resto: mi situación, la gente que me rodea, mi edad. Recreativocentrismo. Todo gira sobre mi equipo, esté peor o mejor en resultados. El sol, la luna, las estrellas, mis relaciones, mi evolución... todo está en órbita con mi amado escudo.

Hay algunas personas que sobresalen del resto, y no para bien precisamente. Son gente interesada, que sabe moverse entre las pasiones de los demás y focalizar su luz de la forma concreta para ir cegándonos poco a poco. Aparecen con una sonrisa, con promesas, con un falso romanticismo -o un falso todo- y van encerrándonos en su propia caverna, atándonos a ver sólo lo que ellos quieren que veamos. El mito de la Caverna de la Platón se ajusta perfectamente a la realidad reciente del Recreativo, pero para no excederme en tecnicismos voy a buscar una forma coloquial de contarlo.

Un día llegó uno de esos iluminados (porque iluminan con su falsa luz) y nos prometió todo. Nos engañó, porque sabe engañarnos, y porque sabía que los de antes también engañaban. Cogió a un montón de gente, toda la afición del Recre y fue centrándola en ver sombras dónde no las había, cuando él realmente era la propia sombra. Voy a hablar sin rodeos, se trata de Pablo Comas, pero supongo que ya lo sabéis. Ha creado la discordia, él y sus leales, para enfrentarnos y confundirnos a todos a través de cientos de mentiras. Ha enfrentado a aficionados entre ellos, a políticos, a la prensa, a jugadores y entrenadores, a administradores concursales. Ha enfrentado a los calendarios con decenas de fechas falsas, promesas seguidas de excusas...

Hasta que se le fue de las manos. Se dieron cuenta algunos, quizás antes, quizás después, pero se empezó a escapar de la caverna que había montado para descubrir todo lo que escondía su terrorífico foco. Cuando se le acusó sobre lo que hacía, movió los hilos para seguir confundiendo a los que aún seguían en la caverna y el problema se bifurca hacia otros lares más allá de acabar con el mismísimo vampiro que drenaba día sí y día también, la prestigiosa entidad que es el Recreativo y el romanticismo de sus aficionados. Nos siguió enfrentando entre nosotros.

La historia seguía así más tiempo, hasta que se le fue de las manos definitivamente. Yo creo que si ahora mismo alguien habla con Pablo Comas directamente, es capaz de decirte que se llama Celestino Hernández. Y un rato más tarde Paco García. Y después Marlene Mourreau. Está completamente desquiciado y se demuestra en la incoherencia entre hechos y respuestas que ha dado a los accionistas minoritarios. Sólo hace falta leer la prensa, estar un poco al día y reconocer que tiene un problema muy grande con decir la verdad.

Pero se le fue de las manos porque ahora mismo no hay casi nadie en esa Caverna o Cárcel creada para el Recre. Fuera de ella hay otra capa de la realidad, quizás más cruda, que roza lo imposible, pero que alejada de aquella tenue luz del anteriormente mencionado, hace renacer ese romanticismo. Si alguien queda en esa caverna, posiblemente se le caerán las piedras encima y quedará enterrado para siempre.

Lo que no puede ahora es darnos ni el reflejo de su foco. Todos hemos cometido errores, pero nos cegaban con falsedades. Algunos más, otros menos, alguien limpio habrá y otros encharcados hasta arriba. Enfrentarnos entre nosotros no tiene sentido ahora mismo. Vale más ignorar un mensaje adulador que acabar en una reyerta de rabia. Nos han engañado, timado, jugado con nuestro amor y sentimientos, a todos. Y ahora quieren matarlo.

Hagamos que el foco sea ahora nuestro. Pongamos el objetivo claro y conciso: que el Real Club Recreativo de Huelva no muera. Y que Pablo Comas y sus mentiras se vayan a la mierda, pero muy lejos. Que cuando hable sólo escuchemos gruñidos, porque es lo que le queda. Pasemos de él totalmente, aunque sea el dueño, porque ya un juez actuará como debe. Ahora, al fin y al cabo, lo único que importa es que nuestro Recre sobreviva.

Y qué queréis que os diga. Mi vida, como la vuestra, gira en torno al Recre y sus etapas. No podemos permitirnos perder esa referencia. Quiero que dentro de un tiempo, me ubique en este año, en mi trabajo actual, en mis amigos, en mis problemas y felicidades personales, como el año que el Recreativo consiguió salvarse gracias a todos. Ese romanticismo que nos han querido quitar... sé y noto que está presente.

Hay que arrimar el hombro. No es necesario ser protagonista, se han lanzado quién tienen que lanzarse. No es momento de cuestionar, sólo de aportar más. Ofrecer ideas sumando, no restando. Es darlo todo por ir al baile de fin de curso con la chica que quieres, y ese es el Recreativo y la fecha del 30 de Junio.

La caverna... deja que se pudra ahí con sus cavernícolas. Mucho daño han hecho ya. Vamos a lo NUESTRO.