miércoles, 19 de abril de 2017

Te añoro, Comas

No, no es un titular trampa. Hecho en falta a Pablo Comas. Pero antes, pongámonos en situación.

El Recreativo de Huelva está en un momento agridulce y de tensa calma. Nadie se atreve a criticar con dureza ni en lo deportivo, porque últimamente se están sacando resultados, ni en lo institucional, porque la falta de información y la extrema dificultad del asunto recae sobre el Ayuntamiento. De hecho, me puedo sentir orgulloso de que el mensaje de #ComoSea se haya llevado a cabo, pues eso era lo que pretendía: focalizar el objetivo. Primero salvarnos deportivamente, segundo lo institucional.

Somos el atrezzo perfecto para ambas situaciones. En un caso el apoyo constante, no sólo en el partido, si no durante la semana, dando el aliento, cada uno a su forma, para que los jugadores sigan adelante en esta difícil situación. Y somos jueces, temidos por tanto, de que un sector político tenga la papeleta del Decano en sus manos. No pueden fallar, porque no sólo caería el Recre, caería el partido en la ciudad, rodarían -metafóricamente- cabezas. La reputación y la historia de Huelva está ligada a la de su fútbol y nadie quiere ser quién ponga la puntilla.

El problema, lo que me inquieta, son los matices. Lo noto en mi propia actividad en redes sociales. Hace un tiempo, cada mensaje que decía era apoyado por muchos Recreativistas. Casi no había discusión, me llevaban en alas al siguiente tweet, al siguiente artículo. Ahora se discute todo. Absolutamente todo. Y no es que me moleste ni sienta herido mi ego, no, no se confundan, no es nada personal. Pero es un cambio de escenario que he ejemplificado conmigo pero lo noto en muchos sectores. Indirectas no reconocidas, el botón de "me gusta" para no entrar al trapo pero marcar tu opinión, darle la vuelta buscando el eslogan fácil, tensiones para "nuestros adentros" pero que no se exponen argumentadamente en público, los pasos atrás. Sigo poniéndome de ejemplo. Lo hago sin darme cuenta pero sí percibo cuando lo recibo. Esto es una autocrítica dónde yo mismo estoy en el eje.

Al final es un problema matemático. Hemos pasado de ser un ejército albiazul a montar bandas callejeras. Y el que pierde es el potencial del ejército como afición. No señalo a nadie, pero los señalo a todos e insisto, hay un dedo sobre mí también. Guerrillas que hace unos meses eran dos o tres bandos y que ahora no puedo calificar de ninguna forma. Desorganización, desfocalización de objetivos.

Pablo Comas ha sido un enemigo temible, pero fue como aquella alemania nazi en la que los Rusos y los EEUU llegaron a disparar contra el mismo enemigo. Era tan enorme, tan ridículamente villano literario y tan errante, que las neuronas de todos los Recreativistas se centraban en eso. Nos uníamos, salíamos juntos a la calle, gritábamos a un sólo son. El de al lado era un camarada, no simplemente "otro". Ya podría El Español hacer una segunda parte de la entrevista en fascículos para crear ese ambiente durante todo el verano. Porque sí, al igual que la historia contada antes, luego llegó la Guerra Fría.

Quizás todo fue una ilusión. Dicen los más viejos del lugar que esto que describo es la idiosincrasia de Huelva. Quizás ese momento mágico pasó y volvemos a ser lo de siempre.

Sí, estoy desilusionado. No tanto por el Recre, que creo que tirará hacia delante, como la idea de una afición unida que lo lleve en volandas. Aunque también pienso que esto es una pesadilla puntual debido a la tensión y que cuando salgamos adelante volveremos a vernos como colegas. O simplemente, estoy confundido y mi percepción es errónea. Ojala. Hoy estoy escribiendo más a partir de sentimientos que de pura lógica.

¿Mi antídoto? Si estás igual que yo, o si no... qué más da. Este domingo puede acercarse un poco la cura de esta peculiar pesadumbre: la victoria del Recre ante el Melilla. Esperemos que sí.

Prefiero que sea así a que sólo sean sensaciones pasajeras mías. Hoy quiero terminar con una pregunta. ¿te sientes identificado con lo que digo? Si es así, dilo. Podemos volver a sentirnos poderosos si todos queremos.