martes, 21 de febrero de 2017

Sí, quiero que el Recre sea mío (nuestro)

Antes de nada, recordar que hace una semana escribí en este mismo espacio la importancia de ganar, de supervivencia, de obviar problemas para focalizar en un objetivo claro. Lo titulé #ComoSea, el Recre lo adoptó y me parece estupendo y la realidad le dio un abrazo a esas dos palabras. Pero que no acabe ahí, que continúe.

Dejando atrás esa mención, me refiero con total sinceridad al título de este artículo de opinión: Sí, quiero que el Recre sea mío (nuestro). No lo oculto, nunca he dejado de pensarlo y sigue siendo un objetivo si el Decano continúa sobreviviendo. La herramienta para conseguirlo se llama dinero. Es decir, si me tocaran un par de euromillones o mañana invento una inteligencia artifical que detecta a hipócritas, por ejemplo, puede que yo nade en la abundancia económica. Entonces, con tanto dinero, el Recreativo sería mío y ya está. Pero como por desgracia vivimos en un mundo más realista en posibilidades y la herramienta que se gestó para conseguir un Recre de la afición es el Trust.

Si me habéis estado leyendo este año y medio ya sabéis que siento admiración por éste colectivo. Si no, buscad por el archivo que hay temas muy interesantes. El funcionamiento interno del Trust es algo que no voy a repetir ahora, aunque no viene mal un pequeño resumen: es una asociación democrática (1 persona, 1 voto) que está compuesta por tres tipos de personas: Directivos, voluntarios y socios. Yo soy de esos últimos. El objetivo final por el que se creó era la adquisición del Real Club Recreativo de Huelva dentro de un sistema de Sociedades Anónimas Deportivas. En mitad de esa aventura, que en causas normales debía ser tranquila y alargarse en el tiempo, estaba Pablo Comas y la continua tendencia del Recreativo a la desaparición. De los éxitos del Trust sólo hay que tirar de hemeroteca:  manifestación, campaña de salvación orquestada, querellar a un presidente y un consejero del Recreativo que fue elegido por el propio Trust.

En el Trust el mundo no se mueve por el "sí, buana". Se discuten las cosas, hay enfrentamientos y toda decisión importante tiene que pasar por su asamblea. De hecho, pronto deberían de convocarse nuevas elecciones a la directiva y espero que sea un reñido debate sobre las políticas que se seguirán en el futuro de la entidad.

Pero bueno, esos son temas internos, al que cualquiera que se haga socio puede acceder. La cuestión es que Sí, quiero que el Recre sea mío (nuestro). Es la tercera vez que lo escribo, para ver si se va entendiendo la postura. ¿Por qué insisto tanto? Porque veo que cuesta, que hay mucha gente que no lo pilla y alguno tiene micrófono en mano. Le doy el mismo valor al que habla en una tertulia que al que no, y si hago este esfuerzo no es para meterte en una secta, es para demostrarte que el fútbol, el Recreativo de Huelva, puede ser algo más que ir cada domingo al partido y estar desde twitter o desde la tertulia, o desde el bar, lanzando ideas, críticas y "órdenes" que no llegan a nada.

Me comentan que algunas tertulias dicen que el que maneja el Recreativo ahora es el Trust. Ojala. De momento tenemos ahí a Roberto Sánchez, con una labor impresionante día a día en este batiburrillo que es el Decano. Y además, este jueves, por segunda vez, estará frente a los socios del Trust para dar la cara y contar qué pasa. Es decir, para ir centrándonos: algunos quieren criticar al Trust por tener mando en el Recreativo, cuando el objetivo del Trust es tenerlo totalmente.

Ojo, que respeto todas las decisiones. Cuando la campaña de Líberos terminó, el Ayuntamiento ofreció tanto al Trust como a la Federación de Peñas entrar en el consejo. Evidentemente, nosotros aceptamos (y hubo un buen debate) y la Federación quiso estar al margen y trabajar desde fuera. Me parece perfecto ya que es su decisión.

Otra de las cosas curiosas que ocurre con respecto al Trust es la opción separatista, como si fuera un "algo" que está ahí, inaccesible y que tiene oscuras intenciones. Me disgusta usar estás palabras, pero ese pensamiento te convierte en un estúpido. Algunos, seguramente con maldad, quieren hacer dividir al Recreativismo entre los que son del Trust y los que no. ¡Menudo error! La diferencia entre uno y otro, es que el comentario de uno se perderá en el vacío y el del Trust se estudiará, tendrá apoyo y quién sabe si saldrá hacia delante.

El Trust es una herramienta. Es activa y es pasiva al mismo tiempo. Como dije al principio, yo soy un simple socio. Voy a las asambleas, voto y ya está. En general soy pasivo. Pero si tengo algo que decir, sé que se me escucha. Otros piensan que es por amistad, y yo no tengo más influencia en otros miembros del colectivo que verlos en las asambleas y ya está. Siempre son prejuicios, prejuicios, prejuicios... y da un poco de lástima. Lástima de que las buenas ideas no progresen por el "partidismo" de estar a favor o en contra de, y no utilizar la herramienta que es para el beneficio de todos.

Pero la lógica me hace sonreír. No se va mal con la idea, la filosofía. Esto acaba de empezar. Me gusta que surjan discrepancias, que haya debates, que los "enemigos" siempre tengan el mismo argumento y no puedan ir a más de eso. Porque tened en cuenta que no son "enemigos", simplemente no están entendiendo el concepto. Y de vez en cuando hay que utilizar huecos como éste para dejarlo un poco claro.

El jueves habrá una oportunidad de información en la Casa Colón. Son 10€ al año, el precio es simbólico a más no poder. El que pueda ir, pagarlo y aún así no quiera, porque tenga mil prejuicios... pues nada, que no pregunte luego. Que se queje de desinformación frente a la pared. Que digan que no le escuchan y que siga confundiendo conceptos y demonizando a gente que sólo quiere lo mejor para su club. Que sigan sintiendo el Recre como si fuera de otro.

Yo por mi parte, sí, quiero que el Recre sea mío (nuestro).

Y cierro con un tweet que puse hace un rato y me ha gustado:

Todo el mundo quiere decir cómo debe
funcionar el pero luego no quieren
ser de y lo critican.
Incongruencia.